Resumen
Yuna descubre un taller donde se prestan nubes para acompañar emociones: dormir, estudiar, ser valiente o llorar.
El pueblo se vuelve dependiente de ellas, el cielo se “atasca” y llega una lluvia de sentimientos guardados.
Con una vieja nube remendada y el señor Cirro, Yuna ayuda a que todos aprendan a devolver lo prestado y a sentir por cuenta propia.
El taller reabre con nuevas reglas: las nubes no reemplazan; acompañan.