Resumen
El protagonista…
Aquel que lo consigue todo: poder, victorias, mujeres.
El centro del mundo.
¿Y yo?
Un autor fracasado… atrapado en mi propia novela.
Pensé que sería el héroe.
Pero no.
Me tocó ser un simple secundario.
Nadie me nota. No tengo armas divinas, ni poderes ocultos, ni legiones de admiradoras.
Y, la verdad… me alegra.
Porque los protagonistas son imanes de catástrofes.
Yo solo quiero vivir tranquilo.
Aunque… más adelante, desearía no haberlo dicho nunca.