Resumen
Las emociones son como una droga: cuanto más las sientes, más dependiente te vuelves. La verdadera lucha es evitar que te devoren… pero para mí ya es tarde. He sido consumido por completo.
No conocía el juego. Se suponía que debía morir. Y, sin embargo, aquí estoy: atrapado en una partida que nunca jugué, con un personaje que desconozco, en un mundo que amenaza con engullirme a cada paso.
¿Qué demonios está pasando?
Y lo peor de todo… ¿quién soy?